Indicadores competenciales, ¿Qué son?

Los indicadores competenciales son un instrumento que permiten al docente analizar la eficacia de las actividades matemáticas que se realizan en el aula, y si estas realmente favorecen el desarrollo de la competencia matemática de los alumnos (o no). En la siguiente tabla se adjuntan estos indicadores, en relación también con los procesos matemáticos sugeridos por el NCTM (National Council of Teachers of Mathematics).

A  raíz de ello, vamos a hacer un análisis de una actividad, propuesta por Elisa Hernández a sus alumnos de 3 años. La actividad consiste en que sus alumnos deben, a través de una sola petición, solicitar el número de pegatinas necesarias para completar la actividad.

A principio de curso, la actividad consistía en solicitar el número de insectos necesarios según los botes que tenemos (un insecto por bote). A final de curso, los alumnos deberían solicitar pegatinas de diferentes colores para llegar a hacer el mismo "mosaico" que el propuesto. Esto lo ha hecho a través de diferentes animales como el pavo real, o la vaca, aunque se puede realizar con cualquier otro material. 

El objetivo de la actividad es que los alumnos practiquen y desarrollen la capacidad del conteo, y que a partir de materiales manipulativos, en una etapa concreta, terminen pasando poco a poco a una etapa puente, y otra simbólica (aunque no es el objetivo en el aula de 3 años).

Pues bien, tras introducir la actividad, analizaremos si se cumplen en ella los indicadores competenciales propuestos:

1. ¿Es una actividad que tiene por objetivo responder a una pregunta? Puede referirse a un contexto cotidiano, puede enmarcarse en un juego, tratar una regularidad o un hecho matemático. 

Desde mi punto de vista, en la actividad sí que se responde a una pregunta; que aunque no se refiere a un contexto de la vida cotidiana, sí a un hecho matemático: ¿Cuántas pegatinas necesito para completar mi dibujo/hacer uno igual al modelo? En ella se favorece el conteo de una manera más funcional que haciendo una ficha, por ejemplo. 


2. ¿Es una actividad que puede desarrollarse de varias formas y estimula la creatividad y curiosidad del alumnado?

 A pesar de que el objetivo de la actividad es único, y los alumnos pueden "ganar" o no (lo importante es mejorar a lo largo del curso), cada uno de ellos puede elaborar una estrategia para poder comunicar a la maestra lo que quiere decirle. Algunos empezarán haciéndolo por estimación, y otros por conteo. Además, al poner por escrito lo que quieren, pueden hacerlo de varias manera (dibujando las pegatinas, escribiendo el número...). Todas las estrategias son correctas y válidas, aunque cada vez los niños verán que es más eficaz usar el conteo.


3. Implica el uso de instrumentos diferentes: material manipulativo, instrumentos de dibujo...

A pesar de que considero que es muy útil esta actividad, creo que este indicador competencial no se cumple. Los alumnos sólo pueden utilizar las pinturas o los lápices para pedir a la profesora las pegatinas necesarias.

 

4. ¿Se fomenta la autonomía e iniciativa del alumnado?

A pesar de que los instrumentos no sean variados, el alumnado realiza la actividad solo, de manera autónoma. Tras realizar además la actividad, él mismo será capaz de comprobar su resultado, y si está bien o mal. Esto fomenta de alguna manera su autonomía


5. Implica razonar sobre lo que se ha realizado y justificar los resultados.

Elisa no menciona que después se ponen en común los resultados, pero creo que el alumno tras ver cual ha sido su solución (correcta o no), podrá razonar sobre lo que ha hecho, y al ver lo que sus otros compañeros han hecho será capaz de pensar sobre qué estrategia es eficaz o no. Sin embargo, veo necesario que se haga una discusión o asamblea en el grupo pequeño que ha trabajado la actividad para que el alumno exprese todo esto verbalmente.


6. Se interviene más a partir de preguntas adecuadas más que utilizando explicaciones

En la actividad, Elisa sólo explica lo que deben hacer en la actividad, y cuando los alumnos tienen la solución, se la entregan a ella, quién no interviene explicando por qué está bien o mal. Deja que sean los alumnos los que validen su trabajo. Sin embargo, hay dos alumnos a los que sí ha tenido que ayudar (uno que no comprendía la actividad, y un alumno con TEA), aunque no especifica si por medio de preguntas o explicaciones. 


7. Se pone en juego el trabajo y el esfuerzo individual pero también el trabajo en parejas o en grupos para hablar, argumentar, convencer, consensuar...

Considero que el trabajo en grupos o parejas no se pone en juego, o por lo menos no se especifica. Cuando acaban la actividad, no se hace una puesta en común para compartir los resultados. Aunque sí es cierto que los alumnos pueden ver lo que hacen los compañeros, no se hace a través de la argumentación. También es cierto que al ser tan pequeños es más complicado hacer esta puesta en común.


8. Se progresa en la representación cada vez de manera más precisa y se una progresivamente lenguaje matemático más esmerado

Verdad. Elisa explica que a través de las actividades durante el curso, la mayoría de los alumnos han pasado del lenguaje verbal, a utilizar el lenguaje matemático (la mayoría tratan de utilizar el simbolismo, escribir los números; aunque algunos utilizan estrategias de correspondencia uno a uno. El paso del lenguaje verbal a la correspondencia uno a uno o al símbolo es un progreso.


9. Conduce a aplicar conocimientos ya adquiridos y a realizar nuevos aprendizajes

La actividad permite aplicar conocimientos adquiridos del conteo, de una manera funcional, y a poner en práctica el lenguaje matemático y su representación. Poco a poco se progresa en todo ello, hasta adquirir este conteo funcional y los símbolos matemáticos.


10. Ayuda a relacionar conocimientos dentro de la matemática o con otras materias.

Elisa, además de favorecer el desarrollo de la competencia matemática de los alumnos, también aprovecha los conocimientos que se están aprendiendo en otras áreas. En este caso, aprovecha la visita a la granja escuela para poner diferentes animales de la misma en las actividades matemáticas.


En general, a pesar de los leves fallos que se pueden presentar (y ya expuestos), la actividad favorece de manera general la adquisición y desarrollo de la competencia matemática, además de una manera funcional.


Referencias: Torra, M. (2014). Indicadores competenciales: un instrumento para la mejora del desarrollo de la competencia matemática. Edma 0-6: Educación Matemática en la Infancia, 3(1), 81-86.


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